Miré a la bruja y me extrañó que me estuviera llamando a mí. Me acerqué y me dejé engatusar por la historia que me contó; me pareció extraña pero acepté lo que me propuso. Descolgándome por la cuerda con la que me había atado a la cintura, llegué a la antesala de las tres puertas. Abrí una de ellas. Allí, sentado encima del cofre, se encontraba un perro horrible con unos ojos como platos. Lo quité de encima del cofre y me llené los bolsillos del chaleco con un montón de monedas de bronce. Coloqué al perro de nuevo encima del cofre y me acerqué a la segunda puerta.
lunes, 3 de diciembre de 2007
viernes, 30 de noviembre de 2007
*...hiistOriia cOn fiinal abiiertO
Era un día caluroso de verano y Paula no sabía que hacer. Decidió ir a ver a Marta ya que hacía tiempo que no se veían y le apetecía tener una de sus charlas con ella. Se vistió, llamó a su madre, cogió las llaves del coche y se fue. No recordaba exactamente el camino pero se fue guiando por su intuición. Cuando llegó, Marta no estaba en casa por lo que decidió ir a dar una vuelta y volver más tarde. Fue a una playa que se encontraba cerca de la casa. Cuando llegó se bajó del coche y se dio cuenta de que nadie más estaba en la playa. Le pareció extraño ya que era un día bastante soleado. Empezó a caminar por la orilla, dejando que el agua mojara sus pies, cuando, observó una luz que salía de una cueva cercana. Se acercó y vio algo inesperado que no tendría que haber visto…
miércoles, 28 de noviembre de 2007
el pOrqueriizO...*
El emperador necesitaba a alguien para cuidar a los cerdos, por lo que lo nombraron porquerizo imperial; el príncipe estaba continuamente sentado trabajando y al llegar la noche había hecho un puchero que, cuando cocía tocaba una vieja tonada y que cuando se ponía el dedo en el humo de la olla, se podía adivinar la comida que se estaba haciendo.
La princesa salió a pasear cuando, de repente, oyó aquella hermosa tonada por lo que decidió que debía conseguir aquel instrumento. Mandó a las damas al preguntar al porquerizo qué es lo que pedía; a lo que él respondió:
-Quiero diez besos de la princesa-
La princesa se negó y siguió adelante pero, al cabo de un corto tiempo, volvió a escuchar aquella melodía y, después de pensarlo durante un rato, decidió que le daría diez besos al porquerizo por aquel instrumento, y así lo hizo, rodeada por sus damas para que nadie los viera.
Al cabo de unos días, debido al aburrimiento, el porquerizo construyó una carraca, por lo que pedía cien besos de la princesa. Ella accedió y las damas los tapaban entendiendo sus faldas y, mientras, el emperador se decía para si mismo:
-¿Qué ocurrirá en la pocilga para tal alboroto?-
-Son las damas de la corte, que andan de juego. Mejor será que baje.-
Y así lo hizo, bajó a la pocilga y ¡cuál fue su sorpresa al ver a su hija besando a aquel simple porquerizo!
-¡Fuera!-gritó el emperador furioso. Y los dos fueron expulsados de su imperio.
La princesa se lamentaba por no haber aceptado a aquel encantador príncipe del que había recibido una hermosa rosa y un precioso ruiseñor. Entonces el porquerizo fue detrás de un árbol a limpiarse la cara y a ponerse sus ropas de príncipe.
lunes, 19 de noviembre de 2007
*...hiistOriia de caperuciita rOja
El lobo fue a casa de la abuela y ella, al oír el ruído, se escondió. Él se disfrazó de la abuela y se metió en la cama esperando a que Caperucita Roja llegara.
Cuando Caperucita llegó le dijo al lobo:
- Abuelita, que ojos más grandes tienes.
- Son para verte mejor.
- Abuelita, que orejas más grandes tienes.
- Son para oírte mejor.
- Abuelita, que boca más grande tienes.
- ¡ Es para comerte mejor!
y el lobo se comió a Caperucita, pero apareció un leñador y mató al lobo.